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Invisible pero útil

Una de las herencias dejadas por el profesor Gustav Berger, poco conocida, pero de enorme utilidad, es la GUSTAV BERGER’S ORIGINAL FÓRMULA® ISOLATING PVA SPRAY VARNISH, llamada por los amigos como Barniz de Aislamiento. En el pasado, el nombre generó cierta confusión, ya que puede hacer pensar en un producto en forma de aerosol, mientras que en realidad se trata de un barniz líquido, que Berger recomienda aplicar con un pulverizador, pero que también se puede aplicar sin problemas con un pincel.

El barniz se creó para resolver una situación específica y recurrente en las pinturas antiguas que han sufrido varias restauraciones, a menudo agresivas. Algunas áreas, a veces campos precisos, resultan abrasadas, a menudo mal restauradas y luego nuevamente, y mal limpiadas otra vez. Estamos frente a una superficie donde las áreas de restauración, incluso si se realizan con habilidad, serán más compactas y se alternarán con áreas más pobres en material, fuertemente absorbentes, donde el barniz “desaparece”. Estas situaciones a menudo se han resuelto con múltiples capas de un barniz, de restauración o final, hasta lograr la homogeneidad.

Desafortunadamente, este procedimiento a veces conduce a la aplicación de una gran cantidad de material, formando una especie de "losa de plástico" que con el tiempo tiende a ser cada vez más evidente. La nueva generación de barnices (Regal Gloss, Regal Mat, Regal Retouching) no puede resolver esta problemática, ya que están basados en polímeros de bajo peso molecular, Regalrez 1094 y Laropal A-81, que penetran fácilmente en las zonas más porosas sin homogeneizarlas.

Por otro lado, el Barniz Aislante se basa en una mezcla de resinas de polivinilacetato (PVA) de cadena larga, de excepcional estabilidad.

Berger comenzó con el AYAB de Union Carbide, de bajo peso molecular, y le asoció un segundo PVA de mayor peso molecular, el AYAF (Mw 113.000); este paso era necesario para obtener una película homogénea y flexible. Los pesos moleculares demasiado bajos no dan este resultado, la película se desmorona.

Hoy en día, las resinas PVA que componen el Barniz Aislante tienen diferentes pesos moleculares, pero la misma Tg, 34°C, y su estabilidad ante el amarilleamiento y la reticulación se ha demostrado excelente.

Estas resinas son solubles en solventes polares, lo que impide su aplicación en aceites modernos, así como en acrílicos; sin embargo, rara vez presentan la situación descrita anteriormente, la de alternancia de zonas secas y compactas.

 

Las resinas de PVA fueron las primeras en ser utilizadas en la restauración, pero fueron abandonadas por una razón muy simple: su suavidad provoca la adhesión de partículas atmosféricas, lo que lleva a un progresivo envejecimiento de la superficie. Se pasó entonces a las resinas acrílicas, que dominaron durante medio siglo, a pesar de las evidencias de su reticulación y la consiguiente reducción de la reversibilidad. La reversibilidad nunca se puso en duda para las resinas vinílicas, que además han demostrado buenas propiedades de baja decoloración. Sin embargo, esta suavidad lleva a una consecuencia muy precisa: el Barniz de Aislamiento no puede ser usado como pintura final, siempre debe ser repintado.

Sobre el Barniz de Aislamiento, que no es particularmente brillante en sí mismo, se puede aplicar cualquier tipo de pintura, brillante o mate, desde Regal Varnish hasta acrílicos (Lefranc, Lukas), hasta naturales (Regal Dammar, o una clásica masilla).

Berger sugería la aplicación del Barniz de Aislamiento no solo para uniformar la superficie al final de la limpieza, preparando el terreno para el retoque, sino también para fijar las sutiles veladuras que podrían dañarse si la pintura se aplica con pincel. Al final del día, una ligera pulverización de Barniz de Aislamiento permite retocar sin problemas desde el día siguiente.

También se puede aplicar sobre una pintura recién barnizada sin causar fenómenos de "spotting" (picaduras) o efectos de "piel de naranja", y se seca en un par de horas. La mezcla de disolventes que la componen es muy volátil, compuesta principalmente de alcohol etílico, con pequeños porcentajes de acetona y tolueno (el porcentaje de este último se ha reducido durante una década, en comparación con la formulación original), por lo que aplicada a spray tiene un efecto mínimo de lavado incluso en aceites no muy envejecidos.

En conclusión, se trata de un barniz que en algunos casos resulta indispensable, y que recomendamos tener siempre a mano.

BIBLIOGRAFÍA:

- Rutherford J. Gettens; “Polymerised Vinyl Acetate and Related Compounds in the Restoration of Objects of Art”, in Technical Studies in the Field of Fine Arts, 1935, pp. 15-27.
- G.A. Berger and W.H. Russell “Conservation of paintings: Research and Innovations”, Archetype Pubns, 2000.

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