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28.3 MÁS INFORMACIÓN - CUBAS DE LAVADO

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Cubas de lavado
                 
Las cubas se están convirtiendo cada vez más en un elemento fundamental en todo taller de restauración, considerando las múltiples operaciones que requieren lavado o consolidación por inmersión. En efecto, se utilizan en talleres para estudios arqueológicos, de papel/tejidos, madera y piedra. Sin embargo, no siempre es fácil determinar qué cuba se necesita. En primer lugar hay que distinguir entre cuba/cubeta de fabricación industrial y cuba a medida.
Las primeras son recipientes de tamaño pequeño y mediano, habitualmente de plástico (PVC, polipropileno, polietileno), así como de acero inoxidable y se fabrican industrialmente, por lo tanto son perfectas desde el punto de vista estético ya que en general no presentan soldaduras o elementos artesanales. Sin embargo, tienen sus limitaciones: las medidas (hay que contentarse con el tamaño estándar), no pueden transformarse en cubas aspirantes y/o calefactadas y casi nunca se pueden dotar de accesorios o personalizar (con tapas, desagües, rejillas/mallas/separaciones interiores, ruedas, etc.).
En cambio, las cubas a medida son artesanales y por definición pueden crearse expresamente según las necesidades específicas. C.T.S. está especializada en el diseño y fabricación de cubas a medida para todos los sectores. En este caso es importante tener en cuenta algunas premisas y saber qué se necesita. Veamos los elementos principales:
- Tamaño._ Es la primera característica fundamental que no siempre resulta fácil de determinar. Habitualmente siempre es mejor comenzar por el tamaño interior útil, es decir tener en cuenta los objetos que debe contener, a menos que deba colocarse en un alojamiento (nichos, huecos, etc.) de tamaño predeterminado. Las dimensiones son tres: largo, ancho y alto; a su vez la altura se divide en altura desde el suelo hasta el borde de la cuba y profundidad interna. No siempre una cuba grande es mejor que una pequeña: de hecho, requiere más líquido (agua, disolventes, consolidantes, etc.) y además, si se calienta, requiere más tiempo y potencia eléctrica para alcanzar y mantener la temperatura necesaria; además, si la cuba es muy profunda (altura interna) podría ser incómodo llegar hasta el fondo. En definitiva, siempre conviene dimensionar la cuba según el tamaño de las piezas que vaya a contener.
- Desagües._ Normalmente todas las cubas requieren un desagüe, pero puede no ser necesario. C.T.S. siempre recomienda el desagüe con by-pass, para separar el agua a evacuar en la red de alcantarillado de los productos "contaminantes" que hay que recoger y eliminar según establecen las normativas vigentes. Si resulta útil, es posible conectar un rebosadero interior a la cuba, introducido en el mismo desagüe.
- Tapas._ Cada cuba puede ir acompañada de tapa con asas.
- Ruedas o patas fijas._ ¿La cuba debe ser siempre móvil? ¿El local permite su desplazamiento (ancho de las puertas respecto al tamaño de la cuba, etc.)? Las patas fijas son más baratas y permiten la nivelación de la estructura portante de la cuba.
- Rejillas/mallas._ Cada cuba puede dotarse de rejillas o mallas internas; en este caso hay que conocer el peso que deben soportar estas estructuras, el tamaño de la malla y cómo se van a utilizar: apoyadas en el borde de la cuba para escurrir, transporte en otras estructuras con asas, etc.
- Separaciones internas._  La cuba puede dividirse en su interior, con separadores fijos o móviles, para tener huecos más pequeños. Cabe destacar que un separador móvil de "guillottina" no garantiza la estanqueidad entre los compartimientos y además, una vez retirado, se quedan las guías de desplazamiento que pueden entorpecer la utilización de todo el área de la cuba.
- Panel para servicios._ La cuba puede dotarse de panel frontal (respecto al operario) para los distintos servicios (grifos de agua caliente-fría, desmineralizada, conexiones de aire comprimido, etc.)
- Bajo encimera/hueco de almacenamiento._ Si el espacio lo permite, se puede aprovechar para colocar un estante debajo de la cuba, dejándolo a la vista o cerrado con paneles laterales y puertas delanteras.
- Calefacción._ La cuba puede dotarse de un sistema de calefacción. También en este caso es necesario evaluar las necesidades: si hace falta disponer de agua caliente en el interior de la cuba, es preferible y conveniente conectarla a un calentador. En cambio, si hay que alcanzar y mantener una determinada temperatura de un líquido, hay que contar con una cuba calefactada. En este caso hay que conocer la temperatura máxima que debe alcanzar el líquido en el interior de la cuba y los productos a "calentar", con las respectivas evaluaciones relacionadas con la seguridad en caso de productos inflamables, comburentes, explosivos, etc.
- Aspiración._ Si en el interior de la cuba se utilizan productos tóxicos-nocivos, es recomendable una cuba aspirante. C.T.S. fabrica a medida una "caja aspirante" a lo largo del perímetro de la cuba, con conexiones oportunas para conectarla a un equipo de aspiración y filtrado. Este sistema innovador permite conseguir una aspiración "tangencial", a través del perímetro superficial, de las emanaciones que se producen dentro de la cuba, así que el operario puede trabajar en la cuba en condiciones seguras. Hay que evitar el antiguo (y justamente obsoleto) sistema de aspiración desde lo alto, tipo "campana de restaurante", ya que el operario respiraría los vapores antes que los mismos alcancen la campana situada por encima del mismo.
- Material._ Es el último pero no menos importante aspecto a evaluar: los materiales más utilizados y adecuados para la fabricación de las cubas a medida son el acero inoxidable, el polipropileno y el PVC. C.T.S. fabrica cubas utilizando estos tres materiales, según el caso.  

Hay que tener en cuenta que una cuba "a medida" de acero inoxidable no puede compararse con un fregadero de acero inoxidable de cocina, ya que el mismo está estampado. En cambio, en nuestro caso se trata de un elemento artesanal que se fabrica a partir de chapas de acero inoxidable cortadas y soldadas entre sí hasta realizar la cuba. Las soldaduras se convierten en uno de los puntos débiles para el acero inoxidable, ya que pueden oxidarse a causa del cloro y los minerales ferrosos que contiene el agua de la red de suministro y, aunque no se puede hablar de cantidades importantes de óxido, para ciertos sectores/obras puede ser un grave problema.    
Los plásticos (como la cuba de polipropileno, PP, que se muestra al lado o la de PVC, más abajo) no resisten a todas las sustancias químicas y tienen una resistencia a las altas temperaturas inferior al acero inoxidable. En cambio, el acero inoxidable no aguanta los ácidos fuertes. En definitiva, el material de una cuba debe elegirse según los materiales y productos que se utilizarán en la misma.           

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